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Liraglutida en contextos clínicos: origen y usos
La liraglutida es un medicamento que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su efectividad en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad. Sin embargo, su origen y usos van más allá de estas dos enfermedades, ya que también ha demostrado ser útil en otros contextos clínicos. En este artículo, exploraremos la historia de la liraglutida y sus diferentes aplicaciones en el campo de la medicina.
Origen de la liraglutida
La liraglutida es un análogo del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), una hormona producida por el intestino que estimula la producción de insulina y reduce la producción de glucosa en el hígado. Fue desarrollada por la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk y aprobada por primera vez en 2009 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para el tratamiento de la diabetes tipo 2.
La liraglutida se comercializa bajo el nombre de marca Victoza y se administra por vía subcutánea una vez al día. En 2014, también fue aprobada para su uso en el tratamiento de la obesidad bajo el nombre de Saxenda, con una dosis más alta que la utilizada para la diabetes.
Usos de la liraglutida en contextos clínicos
Diabetes tipo 2
Como se mencionó anteriormente, la liraglutida fue aprobada inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. En un estudio realizado por Marso et al. (2016), se demostró que la liraglutida redujo significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida. Además, también se observó una reducción en la mortalidad por cualquier causa en comparación con el placebo.
La liraglutida también ha demostrado ser efectiva en la reducción de la hemoglobina A1c (HbA1c), un indicador clave del control de la glucosa en sangre, en pacientes con diabetes tipo 2. En un estudio de 26 semanas realizado por Buse et al. (2009), se observó una reducción del 1,1% en la HbA1c en pacientes tratados con liraglutida en comparación con el 0,2% en el grupo placebo.
Obesidad
La liraglutida también ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de la obesidad. En un estudio de 56 semanas realizado por Pi-Sunyer et al. (2015), se observó una pérdida de peso promedio del 8% en pacientes tratados con liraglutida en comparación con el 2,6% en el grupo placebo. Además, también se observó una reducción en la circunferencia de la cintura y una mejora en los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes tratados con liraglutida.
Un mecanismo clave por el cual la liraglutida ayuda en la pérdida de peso es a través de la reducción del apetito. En un estudio de 20 semanas realizado por Astrup et al. (2009), se observó una reducción en la ingesta de alimentos en pacientes tratados con liraglutida en comparación con el placebo.
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